15 de mayo de 2012

¡Shrek!

William Steig



«Su madre era fea y su padre era feo, pero Shrek era más feo que los dos juntos. Nada más dar sus primeros pasos, ya era capaz de escupir llamas a noventa y un metros de distancia y de echar humo por las orejas. Con tan solo una mirada atemorizaba a los reptiles del pantano. Y si alguna serpiente era lo bastante tonta como para morderle, moría al instante entre horribles convulsiones».





«Un día, los padres de Shrek se hartaron y decidieron que ya era hora de que su hijito saliera al mundo para hacer todo el daño que pudiera. Entonces, le dieron una patada de despedida y Shrek dejó el negro agujero donde se había criado».



«Iba Shrek por el camino, desprendiendo un olor descomunal. ¡Cómo disfrutaba viendo las flores doblarse y los árboles apartarse a su paso!».



Shrek, un ogro contracultural, feo y malhumorado, recorre el mundo en busca de aventura encontrándose con asnos, brujas, caballeros, dragones y, finalmente, con una princesa tan horrible y adorable como él. El personaje de este álbum dio origen a la exitosa saga Shrek! (Dreamworks), cuya primera película fue ganadora del Oscar al mejor film de animación.
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A partir de 5 años; 21 x 28 cm; 32 pp. Cartoné
978-84-96509-61-0

William Steig

New York, 1907 - Boston, 2003



Caricaturista, escultor y autor de libros infantiles, trabajó como dibujante en The New Yorker, donde sus desenfadadas tiras cómicas han divertido a sus lectores durante más de seis décadas. En 1968 decidió probar con otra vertiente artística y publicó su primera obra para niños. Si bien con su tercer libro Sylvester y el guijarro mágico ganó la prestigiosa Medalla Caldecott, fue Shrek el personaje que lo consagró como autor en el sector editorial.

2 de mayo de 2012

La señora Meier y el mirlo

Wolf Erlbruch



«¡Ahora sí que la señora tenía motivos para preocuparse! De inmediato lo olvidó todo: sol, frío, botones, pasteles, aviones, oscuridad y flores de calabaza. Con mucho cuidado colocó al pajarito en su mano».




La señora Meier vivía preocupada. ¿Saldría el sol o nevaría? ¿Tendría suficiente abrigo para el invierno? ¿Le habría puesto pasas al pastel? Por suerte, su marido siempre le daba, en estos casos, un té de menta...



... Hasta la mañana en que apareció un pequeño pájaro que necesitó de sus cuidados y, lo más importante, que le enseñara a volar. Una obra maestra del sabio y valiente Wolf Erlbruch.



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A partir de 6 años; 28 x 23 cm; 32 pp. Cartoné
ISBN: 978-84-96509-78-8

Wolf Erlbruch

Wuppertal, Alemania, 1949.



Estudió diseño gráfico y trabajó en el campo de la publicidad antes de dedicarse a la literatura infantil. Con un trazo personal y una técnica que ha creado escuela, aborda en sus obras temas de gran sensibilidad y profundidad como la muerte y el sentido de la vida. Ha sido ganador del Deutscher Jugendliteraturpreis en 1993 y 2003, el Premio BolognaRagazzi en 2001 y el premio Hans Christian Andersen en 2006 en la categoría ilustración.